De no conocerte a conocerte y ser una persona más, de que seas una persona más a empezar a tomarte cariño, de tomarte cariño a verte y temblar de nervios, de verte y temblar a quererte más y más, odiarte. De odiarte a que no me importe cuánto te odio y volver a quererte pero el doble. Volver a odiarte y decepcionarme. De decepcionarme a enamorarme. De enamorarme a estar con vos. De estar con vos a no soportar a la puta distancia. No verte más y sentir frustración. De la frustración a tener una esperanza por más chiquitita que sea.
Y ahora, quererte, pero menos. Y perder esa esperanza que tenía. Te quiero, pero las esperanzas ya se desvanecieron desde que me dí cuenta de que hace rato deje de importarte.-
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