No estoy de humor, y tampoco tengo ánimos para hacer de cuenta que estoy perfectamente bien. No tengo más ganas de mentirme a mi misma, tampoco tengo ganas de explicarle a la gente qué es lo que me pasa. No tengo ganas de nada. No puedo evitar no extrañarlo, es la persona con la cuál hablo continuamente,  le cuento mis cosas, y sabía que ahí había alguien para mí. 
 Que triste, es el sentimiento de la pérdida. Es una mezcla de tristeza, algo como desgarrador ( por decirlo de cierta forma, bastante exagerada claro. ) desconocido, decepcionante. y a la vez, no tiene nada de eso. 
Es un vacío.
Un vacío que me duele. 






                                                                                                                                         - A n t o n e l l a